lunes, 27 de febrero de 2012

Las Ruinas



No había podido pegar ojo en toda la noche, era una fría mañana en el altiplano boliviano, el azul oscuro del vasto Lago Titicaca se divisaba a lo lejos, por mi ventana veía el templo semisubterraneo de Kalasasaya que se erguía imponente entre las excavaciones de las ruinas Tiahuanacotas que tan bien conozco o creía conocer, fui caminando hacia las obras esperando encontrarme a Stanislav, las 175 caras de piedra que sobresalían de todas las paredes del templo seguían ahí, con las diferentes fisonomías que en nada se parecían a los nativos de ese lugar, fue entonces cuando comenzó toda esta pesadilla que ahora no puedo sacarme de la cabeza. Solo puedo repasar una y otra vez mi relación con este hombre extraño, que me ha cambiado la vida para siempre.
La primera vez que vi la cara de Stanislav Petrov, fue en la Universidad de Barcelona en la clase de edafología, recuerdo la frustración del profesor encolerizado por la rabia mientras le gritaba y a Stanislav inmutable  con esa sonrisa irónica casi desagradable que le caracterizaba, disfrutando de cada momento. Parecía que se recreaba contradiciendo a los demás, con argumentos cambiantes según su interés, pero sobre todo muy inteligentes, rebatía a gusto sobre cualquier tema, ya sea  geología, política o religión, algo que a los demás nos hacía admirarlo y rehuirle al mismo tiempo.
Habíamos terminado la universidad hace 20 años, pero había sido fácil seguirle la pista, era un eminente paleo-lingüista en su país natal, Polonia. Yo me había especializado en  arqueología y hacía 5 años que estudiaba las culturas preincaicas. Ya me encontraba en Tiahuanacu 2 años antes de la llegada de Stanislav a las excavaciones. 
No sé cuando me hice su amigo y si lo que teníamos se podía llamar amistad, pero cuando me encontré en un gran trance debido a esas inscripciones misteriosas en una losa del templo de Kalasasaya, que a pesar de mis años de experiencia y mis estudios de las diferentes culturas del mundo no lograba descifrar, solo pude pensar en él para ayudarme a solucionarlo.
Cuando llegó llevaba dibujada en su cara su eterna sonrisa irónica, pero se transparentaba en cada movimiento que realizaba una apatía que antes no existía en él, noté que había decidido aceptar mi propuesta más por curiosidad que por profesionalidad o camaradería, cosa  que luego me confirmó además de revelarme que hacía un tiempo sentía una desazón generalizada, ya ni su carrera significaba nada, necesitaba algo estimulante que lo sacara de ese entumecimiento en el que se había sumido y en que se había convertido su vida.  Supuse que veía en mi propuesta una oportunidad para deshacerse de su abatimiento, algo que vi confirmado cuando vi su expresión al mostrarle la losa con la inscripción desconocida que tapiaba la parte superior del templo, sin la cual no podíamos seguir excavando hacia el siguiente nivel del templo y descubriendo los secretos ocultos de la ciudad y de la vida de los Tiahuanacotas.
Durante el primer mes se paseaba apático por la excavación, leyendo libros que nada tenían que ver con el trabajo, como la historia política y social de Bolivia, cuentos de la época colonial, leyendas del lago Titicaca y algunos libros traídos de la biblioteca de La Paz sobre con la poca información que existía de Tiahuanacu. Pero por las noches la luz en su habitación siempre estaba encendida y se escuchaba el sonido de papeles removiéndose, ahora estoy seguro que repasaba las inscripciones misteriosas que tiempo atrás había calcado sobre papel con ayuda de un carboncillo.
Tuve que ausentarme un par de meses a Europa para presentar un informe de los hallazgos y el avance del proyecto. Confiaba plenamente en la capacidad de Stanislav a pesar de que no me había dado un solo indicio de que estuviéramos más cerca de descubrir algo sobre las inscripciones. Creía que un par de meses era poco y que esa apatía y sarcasmo que lo caracterizaba no era señal de que las cosas fueran mal. Sin embargo preferí no dar detalles de su trabajo  en el informe.
En los meses que estuve en Inglaterra solo me llegó una noticia que me inquietó, a través de mi ayudante y supervisor de obras. Me comentó que Stanislav estaba más raro que de costumbre, los trabajadores no querían estar en su presencia.  Stanislav había tenido un cambio brusco de rutina, volvía una y otra vez a la losa y repasaba cada resquicio de ella, dando vueltas como un león alrededor de los 5 m2 de piedra que tapiaban la parte superior del templo. Leyendo en voz alta en su habitación y hablando siempre solo.
Decidí volver lo antes posible a mis labores en Tiahuanacu, pero el viaje en barco y luego a caballo hasta el altiplano boliviano tardaría casi 2 meses. Cuando llegué a duras penas lo reconocí, tenía la mirada perdida, había perdido mucho peso y me aseguraba que casi lo tenía todo resuelto, le había costado prácticamente 1 año pero se sentía cerca del final. Reía y me abrazaba como un loco mientras me decía que necesitaba revisar sus cálculos una vez más y me prometía que a la mañana siguiente me entregaría la respuesta que tanto necesitaba. Lo dejé descansar y me fui a mi habitación esperando con ansias la respuesta que me quería dar Stanislav, sin embargo no me dejaba de afligir ese cambio de carácter tan marcado y tan fuera de lo común en él.
Por la mañana cuando aún brillaba en el cielo lo que los nativos de esas tierras altas llaman el “lucero del alba”, me levanté esperando encontrar a Stanislav en la cocina desayunando el café negro que se bebía cada mañana, al no encontrarlo fui a su habitación donde tampoco estaba y me fui directo hacia las obras, me sorprendió mucho encontrar su libreta de campo sobre la losa del templo de Kalasasaya me quedé leyéndolo y esperando que apareciera de un momento a otro, pero mientras más me adentraba en su diario de campo más me iba aterrando lo que descubría y sobre todo me iba llenando de la certeza de que mi colega o se había vuelto loco o realmente había descubierto algo que lo cambiaría todo para siempre.
En la última página solo quedaba garabateada una retahíla de palabras sin sentido, lo único entendible era que la clave se encontraba en las caras del templo de Kalasasaya y que la losa era el portal que nos abriría las puertas del conocimiento a la humanidad entera y no solo sobre una cultura preincaica extinta un buen día sin razón alguna.


Me quedé mirando las caras, no encontraba nada diferente, seguían siendo esas caras que me habían sorprendido desde el día que las desenterramos, con esa mezcla de fisonomías tan diversas, que hacían recordar a hombres asiáticos, negros y blancos, en unas ruinas de una cultura preincaica extinta antes siquiera de que llegara el hombre blanco por esas tierras.
Ya las había revisado tocándolas una a una y como algo instintivo comencé a contarlas, cuan grande fue mi sorpresa al comprobar que ya no eran 175, descubrí  que sobresalía una nueva cara en el muro norte del templo, el corazón me dio un salto al encontrar el parecido que tenía esa nueva cara de piedra fría con Stanislav  que conservaba su  inconfundible sonrisa irónica, ahora congelada.
Son pocos los que me creen, solo los nativos de estas tierras están seguros como yo que esa cara 176 antes era el extraño hombre extranjero que deambulaba por las excavaciones, ellos creen que los dioses lo han castigado por acercarse demasiado a una verdad que no nos está permitida.
Espero que estas letras que dejo en mi diario personal algún día ayuden a esclarecer este enigma, lamentablemente no tengo más explicaciones que dar a las autoridades y no sé cuál será la suerte que me deparará a mí y a estas ruinas que me han cambiado la vida.
A. Serrano

martes, 20 de diciembre de 2011

Trailer The Dark Knight Rises



Ya tenemos aquí el primer trailer de la esperada película que concluirá la trilogía más oscura del "Cruzado Enmascarado", dirigida, como no, por Christopher Nolan.



domingo, 18 de diciembre de 2011

The Artist


Ayer fui a ver la película recién estrenada The Artist y se me hace inevitable hablar de ella.  El film ya viene bastante recomendado, con varios premios en festivales independientes y el premio de la audiencia a la mejor película en el festival de San Sebastián.


La premisa de la historia es bastante sencilla y lineal. George Valentine (Jean Dujardin) es un exitoso actor de cine mudo en el Hollywood de los años 20, pero  la llegada del cine sonoro marca el final de su carrera y lo lleva a caer en el olvido. A su vez, la joven Peppy Miller (Bérénice Bejo), que él conoció casualmente y metió en la industria del cine, empieza a ser propulsada en su carrera.


Lo realmente sorprendente de la película no es que se haya filmado en blanco y negro, sino que se trata efectivamente de una película muda, filmada imitando la técnica y el estilo de los años 20 Hollywoodienses, proyectada en 4/3, con títulos de crédito de la época, la banda sonora y con intertítulos, esos planos con letras que nos ayudaban a saber qué dicen los personajes. Podéis pensar que hoy en día, una película de 2 horas filmada con este estilo va a aburrir a la audiencia. Nada más lejos de la verdad, no se trata de un film experimental para gafapastas sino una película comercial para todos los públicos. Con la expresividad de los actores principales y los guiños de humor, claramente más actuales, nos atrapa completamente.

La película es francesa, pero como no está atada al idioma hablado el elenco ha sido completado magistralmente con actores como John Goodman o Malcolm McDowell.


Es la película más sorprendente que he visto este año y sin duda una de las mejores, sinceramente espero que consiga todos los premios que se merece. Os dejo con el trailer y con la firme recomendación de que la vayáis a ver.



jueves, 17 de noviembre de 2011

Tournay, urbanismo medieval


Hoy quiero hablar del nuevo juego de Xavier Georges, una de mis adquisiciones en la feria de juegos de Essen, el pasado Octubre. Fue una de las novedades esperadas de este año, dado el éxito que han tenido otros juegos de este diseñador, como Troyes o Carson City.

Tournay nos traslada a la ciudad del mismo nombre, situada en Bélgica muy cerca de la frontera con Francia. Fundada por los romanos, ha cambiado de dominio en varias ocasiones, con una historia turbulenta. El juego nos invita a ayudar en la reconstrucción de la ciudad después de una invasión normanda en 881. Aunque la mecánica es de worker placement, carece casi por completo de tablero y básicamente es un juego de cartas. Cada jugador deberá construir su distrito de la ciudad y el que obtenga más puntos de prestigio ganará la partida.

Los mazos de cartas se disponen en un cuadrado de 3x3. Por columnas, se dividen en cartas amarillas (relacionadas con el comercio), cartas blancas (relacionadas con la iglesia) y cartas rojas (relacionadas con el poder militar). De cada color hay tres mazos, en los de nivel I, nivel II y nivel III. En la parte superior del pequeño tablero se sitúa el mazo de eventos. En este juego los diferentes colores no corresponden a diferentes jugadores, sino a los tres diferentes poderes. Cada jugador recibe 2 trabajadores de cada color (amarillo, blanco y rojo) que colocará en su plaza, y 3 monedas.

Los Turnos.

Cada turno se divide en dos fases. La primera es la colocación de una carta de tu mano en tu distrito, pagando el precio indicado y es opcional. El distrito de cada jugador es un cuadrado de 3x3 cartas, si se llena se puede colocar cartas encima de otras, se siguen ganando los puntos de victoria de la que está debajo si es del mismo color, pero no se podrá activar. 


 La segunda fase es la realización de acciones utilizando los trabajadores, que se ponen tumbados fuera de la plaza o encima de la carta que han activado.

Coger una carta. Para coger una carta se tienen que usar los trabajadores del color correspondiente. Un trabajador para las cartas de nivel I, dos para las de nivel II y tres para las de nivel III.

Activar un edificio de tu distrito. Se coloca un trabajador del color correspondiente encima del edificio y se realiza la acción indicada.

Combatir un evento. Los eventos son sucesos positivos o negativos que afectan a todos los jugadores en determinados momentos. Para eliminar una de esas cartas se tiene que usar en número de trabajadores indicados en la carta y pagar el precio indicado. Al eliminarla, el jugador se la queda en su mano. Al final de la partida cada carta cuenta como un punto de victoria.

Ganar dinero. Se pueden usar trabajadores de un mismo color para ganar dinero. Se obtienen 2 monedas por trabajador.

Llamar a los trabajadores a la plaza. Se cuenta como acción reunir otra vez los trabajadores en la plaza, reactivándolos.

Los jugadores siempre tienen la posibilidad de "alquilar" trabajadores de sus contrincantes, pagando dos monedas lo pueden usar en su propio distrito o para robar cartas.

Las Cartas

Las cartas de nivel I y II pueden ser edificios o personajes. Los edificios se pueden activar usando los trabajadores. Permiten hacer muchos tipos de acciones, como ganar dinero, robar cartas de los mazos, combatir eventos, usar edificios de otros jugadores, etc...

Cantera (edificio amarillo) y Obispo (personaje blanco)
Los personajes tienen efecto "ambiental". Se activan cuando se cumplen determinadas condiciones a su alrededor y dan ciertas ventajas. Por ejemplo ganar dinero cada vez que se coloca una carta, permite activar dos veces los edificios de alrededor, etc.

Mercado de telas (nivel III) da puntos por edificios y personajes amarillos
Las cartas de nivel III son todas edificios de prestigio, que otorgan puntos de victoria al final de la partida por determinadas condiciones. Su efecto es para todos los jugadores, pero siempre el jugador que la posee obtiene más ventajas. Pueden dar puntos por la cantidad de dinero, por la cantidad de edificios de determinado color, por la cantidad de trabajadores, etc.

Los Eventos

En cada mazo de cartas hay un Pregonero. Cuando algún jugador destapa un Pregonero se activan los eventos, que son sucesos que pueden ser beneficiosos o perjudiciales. Siempre hay tres visibles y cuando se activan afectan a todos los jugadores. Para defenderse, los jugadores pueden usar las cartas de evento previamente conseguidas, colocándoles boca abajo alrededor de su distrito.

La partida finaliza cuando han aparecido tantos pregoneros como jugadores más uno, y algún jugador ha completado su distrito con al menos dos edificios de nivel III. Al final de la ronda, se cuentan los puntos otorgados por los edificios de prestigio y los otorgados por las demás cartas.


Los componentes del juego se reducen a las cartas y los trabajadores de madera. Las cartas tienen muy buenas ilustraciones, aunque se podría decir que son algo recargadas y a veces se hace un podo difícil entender lo que dicen. Aún así, el estilo es inspirado en el arte medieval.

No es un juego nada difícil, y la gran cantidad de cartas ofrece mucha rejugabilidad. Según conformes tu distrito puedes realizar unos combos espectaculares, sin embargo el juego bonito no siempre queda recompensado al final de la partida. Hay que montar una estrategia que te permita aprovechar tus edificios de prestigio pero a la vez de los de los otros jugadores. Tengo que explorar más sus posibilidades, ya que una cosa es saber como mover las piezas, y otra montar estrategia ganadora. Hay que aprenderse las cartas. Pueden jugar de 2 a 4 jugadores y la partida dura entre 60 y 90 minutos.

Conclusión. Sin ser de los mejores de Georges, la mecánica es muy interesante y es un juego con muchas posibilidades que se puede jugar bastante rápidamente. El secreto es conocer las cartas y balancear una estrategia que te permita sacar beneficio de todos. Recomendado para fans de Ildefons Cerdà.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Visita a la Cervecera Cantillon, Bruselas


Hace tiempo que no actualizamos el Blog. Hemos estado ocupados con otros asuntos, y evidentemente con el viaje que nos hemos pegado por Bélgica, previo paso por la mayor convención de juegos de mesa del mundo en Essen, Alemania.

Pero no nos desviemos del tema que ya habrá tiempo suficiente para contarlo todo. Hoy volvemos al ciclo de las cervezas, puesto que uno de los principales motivos de nuestro viaje por Bélgica ha sido ese, probar las mejores cervezas.

De nuestro paso por Bruselas me llevaré dos recuerdos. La Grand Place de noche, con las fachadas iluminadas, y la visita a una de las pocas elaboradoras tradicionales de cervezas que quedan, la cervecería Cantillon.


La cervecera está en una calle olvidada en un feo barrio de la ciudad pero está abierta al público y constituye una visita muy recomendable y educativa. La fábrica es una empresa familiar fundada en 1900 por Paul Cantillon y ha seguido hasta ahora su método tradicional de fabricación de cerveza lámbica, o de fermentación espontánea. Actualmente producen unos 900 Hl de cerveza al año.

La visita recorre las diferentes dependencias de la fábrica, dedicadas a las diferentes fases de la elaboración de la cerveza, de las que hablaremos brevemente.

Caldera de mezcla (exterior)

Caldera de mezcla (interior)
En la primara parte de la elaboración se muele el trigo y la malta de cebada que pasan a una tolva que conduce la materia prima a la caldera que hay en la sala de mezcla. En esa caldera es donde el triturado se mezcla con el agua y se calienta hasta unos 75º unas 2 horas. El líquido obtenido (mosto) que contiene los azúcares, se bombea a las cubas de cocción del primer piso. El bagazo (residuo sólido que queda tras la filtración) se usa de pienso para el ganado.

Caldera de cocción (exterior)
Caldera de coción (interior)
En las calderas de cocción se añade lúpulo viejo al mosto, las hélices mezclan los componentes y por los serpentines circula vapor muy caliente que hace que el mosto hierva para obtener todas las propiedades del lúpulo y esterilizar la mezcla.

Tina de enfriamiento
Seguidamente el mosto se filtra y pasa a la tina de enfriamiento, situada en lo alto del edificio, en una sala muy ventilada. Se trata de una tina de cobre de muy poca profundidad y superficie muy grande. La forma y situación de la tina favorece el rápido enfriamiento del mosto. Es en este punto cuando las levaduras y otras bacterias del ambiente específico de esta sala entran en contacto con el mosto.

Barriles fermentando
El mosto pasa al tanque de trasiego y posteriormente a las barricas donde se produce la fermentación espontánea. Al comienzo es muy violenta, de tal forma que durante 3 o 4 días no se pueden tapar los barriles ya que el CO2 producido podría hacerlos explotar.

Fermentación en barrica
En este punto es cuando diverge la manera de elaboración dependiendo del producto final. La cerveza se deja en las barricas uno (lámbica joven) dos, o tres años (lámbica vieja). La lámbica joven aún conserva parte de los azúcares naturales, y a medida que va envejeciendo su concentración disminuye; sin embargo, al haber sido fermentadas en un material poroso como la madera, ninguna de ellas contiene gas. 

Gueuze
Para la elaboración de las cerveza tipo gueuze, se mezclan los tres tipos de lámbica con proporciones adecuadas y se embotella. La lámbica joven proporciona azúcares y levaduras activas mientras que la vieja proporciona aroma y acidez; todo esto favorece una fermentación secundaria dentro de la botella que produce el gas carbónico.

Kriek
Para la elaboración de las cervezas de fruta, se le añade las diferentes frutas a la lámbica de dos años y se deja macerar unos 6 meses. Posteriormente se mezcla con lámbica joven y se embotella produciendo fermentación secundaria.

Bodega
Tras el embotellado, la cerveza se mantiene en la bodega en posición horizontal para que realice su segunda fermentación durante un tiempo que varía dependiendo del producto, pero puede llegar hasta a 25 años. Eso hace que las cervezas realizadas con esta técnica tengan un sabor comparable al cava.

Para acabar la visita, fuimos obsequiados con una cata de cerveza Gueuze, Kriek y Framboise, nada mejor para acabar nuestra estancia en la capital Belga. El resto de Bruselas, lamento decirlo, no merece la pena, así que si os obligan a ir a punta de pistola, no os olvidéis de pasar por la Brasserie Cantillon. Recomendado.


lunes, 10 de octubre de 2011

La Serpiente del Faraón

La serpiente del Faraón es un curioso efecto causado por la combustión del Tiocianato de Mercurio (Hg(SCN)2). El compuesto químico tiene la apariencia de un polvo blanco o grisáceo según su pureza. La primera síntesis del compuesto la realizó Jöns Jacob Berzelius en 1821. Ése mismo año, otro químico llamado Friedrich Wöhler realizó la síntesis por otro método y descubrió el curioso efecto que se produce por su combustión.


Cuando el compuesto se pone en contacto con una fuente de calor se inicia una rápida reacción exotérmica que produce una masa gris-amarillenta sólida que se retuerce como una serpiente. Este efecto se utilizó durante mucho tiempo en la industria pirotécnica pero posteriormente se prohibió ya que los gases que se desprenden de la reacción son muy tóxicos.




El compuesto, como todos los compuestos de mercurio, es altamente tóxico y debería manipularse con la adecuada protección. Actualmente el compuesto se usa parala síntesis de otros compuestos de mercurio y como componente de los reactivos para la determinación de cloro en el agua: el compuesto de mercurio forma un complejo con los iones de cloro que absorbe la luz de 254 nm, permitiendo una lectura espectrofotométrica de la concentración de cloro en una solución acuosa.

jueves, 6 de octubre de 2011

Maestros del Horror: Bela Lugosi


Dentro del ciclo de Maestros del Horror es obligatorio que dediquemos un espacio al Drácula por antonomasia. Al encarnarlo, implantó en la imaginería popular de tres generaciones el tétrico semblante y estilo del infausto conde, hasta que unos desgraciados metrosexuales con purpurina lo echaron todo al traste. Estoy hablando ni más ni menos que de Bela Lugosi.

En realidad se llamaba Béla Ferenc Dezső Blaskó, y nació en 1882 en Lugos en lo que aquel entonces era el imperio Austro-Húngaro (actualmente Lugoj, Rumanía). A los 12 años dejó la escuela y empezó a participar en compañías locales de teatro y en 1911 se mudó a Budapest donde acabó interpretando papeles secundarios en el Teatro Nacional Húngaro.

Tomó parte en la Primera Guerra Mundial en la armada Austro-Húngara desde 1914 hasta 1916, cuando licenció por heridas de guerra con el grado de capitán. Durante los dos años siguientes participo en algunas películas mudas con el nombre artístico de Arisztid Olt, pero en 1919, a causa de la revolución Húngara tuvo que exiliarse a Alemania, donde también participó en algunas exitosas películas.

En 1920 emigró a E.U.A. en un barco mercante. Llegó a Nueva Orleans y pronto se trasladó a Nueva York, donde participó en representaciones sobretodo para público inmigrante y en 1922 debutó en producciones de Broadway y posteriormente en films como The Silent Command.


En 1931 interpretó con gran éxito en Broadway por primera vez el papel que le haría famoso en una adaptación de la novela de Bram Stoker. Interpretó al conde con su fuerte acento húngaro y usando muy poco maquillaje y su imagen ha sido un referente que ha llegado a nuestros días. Durante los siguientes años continuó apareciendo en películas, la mayoría de terror, como The Black Cat (1934) y The Raven (1935). En cinco ocasiones compartió protagonismo con Boris Karloff y se dice que no se llevaron nada bien, por lo visto Bela estaba resentido por el mayor éxito del otro y porque a Karloff lo contrataban más que a él en pelis de otros géneros. Una cosa que sacaba de quicio a Lugosi era la manía de Karloff (siendo inglés) de parar el rodaje cada día a las 5 de la tarde para tomar el té.

Lugosi intentó en varias ocasiones que lo contrataran en films de otros géneros, pero no lo consiguió y durante la segunda mitad de los 30 acabo apareciendo en películas de serie B. Su segunda oportunidad para impulsar su carrera fue en 1939 con  Son of Frankenstein, en que hizo de Ygor, y poco después en Ninotchka, con Greta Garbo y The Gorilla.


Debido a las heridas sufridas en la guerra, Lugosi desarrolló cada vez mayor dependencia de la morfina, lo que hizo que lo contrataran cada vez menos. De la década de los 40 son destacables The Devil Bat (1940), The Ghost of Frankenstein (1942), The Body Snatcher (1945) y su última película de serie A, una comedia de terror llamada Abbot and Costello meet Frankenstein (1948).


En la década de los 50, alejado ya de las cámaras, viviendo en la pobreza y adicto a las drogas, fué rescatado por Ed Wood, que tiene la fama de ser el peor director de la historia. Wood era fan de Lugosi y lo contrató para aparecer en algunos de sus films como Glen or Glenda (1953), Bride of the Monster (1955) o póstumamente enla malísima  Plan 9 from Outer Space (1959).


En lo personal, Lugosi se casó nada menos que 5 veces y tuvo un hijo. Murió de un ataque de corazón en 1956 a los 73 años y fué enterrado con la capa de Drácula a petición de su hijo.

Aquí os dejo con un fragmento de la película Dracula, un enfrentamiento entre Van Helsing y el Conde, en que parece más un recital o declamación que una verdadera actuación. ¡COMM HIER! ¡Me encanta!