miércoles, 6 de abril de 2011

Cervezas Lámbicas


Finalizamos la serie de posts sobre las familias de cerveza con el grupo más antiguo y más alejado (en cuanto a sabor) de todos los demás. Aunque técnicamente las cervezas lámbicas son de fermentación alta, se caracterizan por que no se le añaden levaduras cultivadas ni seleccionadas, sino que la fermentación se produce espontáneamente a partir de las cepas de levadura autóctonas que hay en los ambientes donde se elaboran. Es el grupo de cervezas más antiguo históricamente, hoy en día hay muy pocos elaboradores, mayoritáriamente están en Bélgica y lo hacen con métodos tradicionales. Como no se seleccionan las levaduras, el sabor de las cervezas de los diferentes elaboradores puede ser muy distinto, dependiendo de las cepas que predominen en sus bodegas.


Fermentación en barrica, la espuma se produce por el exceso de gas carbónico

Existen cuatro grandes familias de cervezas lámbicas.

Lámbicas Puras. Son bebidas muy poco carbonatadas, maceradas durante tres años y en general se sirven directamente desde el barril y no se embotellan. Hay muy pocos elaboradores y normalmente se consumen en los establecimientos alrededor de las plantas donde se produce.


Gueuze de la bodega Cantillon (Bélgica)

Gueuze. Se producen con la mezcla de lámbicas puras viejas (3 años) y jóvenes (1 año). En botella se produce una fermentación secundária por los azúcares aún presentes en la lámbica joven, dándole carbonatación y elevando ligeramente el grado alcohólico. Generalmente se envasan en botellas de Cava, más resistentes a la presión, y se tapan con corcho. Si no las habéis probado nunca, os recomiendo que lo hagáis. Es un sabor completamente diferente, muy carbónico, muy ácido y a la vez un poco dulce. Yo las describiría como un entremedio entre el cava y la sidra.

Faro de la bodega Lindemans (Bélgica)

Faro. Es una cerveza lámbica que en el momento del embotellado se le añade azúcar moreno o caramelo. Para evitar una fermentación en botella, se pasteuriza. El producto final es una cerveza oscura de baja graduación alcohólica y extremadamente dulce. Algo así como un jarabe de cerveza. No apta para diabéticos, aunque merece la pena probarla aunque sea una vez.


Añadiendo cerezas a la barrica

De frutas. La más típica y de la que seguramente habéis oído hablar es la Kriek, hecha con cerezas amargas (atención, kriek no es una marca, es "cereza" en flamenco). A este tipo de cerveza, en el momento de fermentar en barrica se le añade fruta, ya sea entera o en jarabe. Hay muchas variedades, como la framboise (frambuesa), peche (melocotón), cassis (grosella), druif (uva), aardbei (fresa), etc. El resultado es siempre una cerveza suave, carbónica, dulce y con sabor afrutado. Cuidado, que no todas las cervezas de frutas son lámbicas, hay algunos elaboradores, más comerciales, que sí seleccionan y añaden levaduras, por lo tanto mezclan Ales con frutas.

Belle-Vue Kriek (cereza) y Cantillon Lamvinus (con mosto de uva), Bélgica


Para acabar, como un buen colofón, algunas recomendaciones de donde comprar y/o degustar cervezas de diferentes lugares en la Ciudad Condal:

La Maison Belge (c/ Montseny, 17). Como su nombre indica, porductos Belgas, no solo cerveza, también chocolates y quesos.

La Cerveteca (c/ Gignàs, 25). Gran variedad de cervezas, sobretodo alemanas y artesanales. Hay posibilidad de degustación.
 
Colmado Quilez (Rbla Catalunya, 63). Colmado con mucha historia y muchas birras, pero de las más comerciales.

Belchica (c/ Villarroel, 60). Bar cervecería que sirve variedades sobretodo de Bélgica.

También está el supermercado del Corte Inglés, donde normalmente se pueden encontrar cervezas de importación.

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