La Quinta da Regaleira

La Quinta da Regaleira es una mansión ubicada en las afueras de Sintra, un pueblo cerca de Lisboa. ¿Qué tiene de especial? Tanto la mansión como sus magníficos jardines están plagados de símbolos místicos, con referencias a sociedades secretas, como los Masones o los Rosacruz; pero más que eso, son un espectáculo digno de visitar, con fuentes, torres, grutas, pasadizos secretos...Todo lo que quieras y más.

La historia de esta peculiar finca empieza en 1892, cuando los barones de Regaleira venden los terrenos a Augusto Carvalho Monteiro, un comerciante millonario. Éste contrata a un arquitecto Italiano, Luigi Manini, quien diseña la mansión, los jardines y los innumerables monumentos que contiene. Para 1910 ya estaban terminadas las obras.

Tanto la mansión como las demás construcciones están hechas con estilo neomanuelino, relacionado con la época de esplendor de Portugal y los grandes descubrimientos. A éste estilo se le añaden toques de gótico y neoclásico. Todo ello se ve enriquecido con la gran cantidad de simbolismos de temas esotéricos, como la alquimia, los templarios, los masones, etc.

En la gran extensión de los jardines podemos encontrar la capilla, en cuyo suelo hay la cruz de la Orden de Cristo superimpuesta en una esfera armilar. La capilla está conectada a una gruta y ésta a la mansión por un pasadizo que sale de la cripta.

Adentrándonos en el jardín, podremos encontrar un pequeño lago cruzado por un puente. En la orilla más alejada del lago salen varias grutas que se adentran en la oscuridad. También podremos encontrar torres, algunas fuentes llenas de simbologías, y más pasadizos que se adentran en la montaña.

Sin duda, el elemento estrella de este lugar, y el que más me maravilló, es el llamado "pozo iniciático".  En lo más oculto del jardín se alzan unas piedras que forman una especie de pasillo que conducen al visitante a una puerta de piedra. Al atravesarla, el visitante se encuentra en lo alto de un pozo de unos 30 metros de profundidad al que se puede bajar mediante una escalera espiral balaustrada. Los nueve rellanos de la escalera pueden recordar los nueve niveles del Infierno, del Paraíso o del Purgatorio de la Divina Comedia de Dante. Parece ser que el lugar se usaba para ceremonias iniciáticas masónicas. Del fondo sale un túnel oscuro que se va ramificando que conecta con diversas grutas en los jardines, entre ellas las del lago mencionado anteriormente.

Esta ha sido una pequeña joya que nos hemos llevado de nuestra visita a Portugal, si alguna vez tenéis la oportunidad de ir, no os la perdáis.