lunes, 21 de marzo de 2011

Caylus, let's go Medieval!


Caylus es un juego con mecánica de worker placement que recibe el nombre de una pequeña ciudad del sur de Francia. Nos trasladamos al S. XIII, concretamente al 1289; Felipe el Justo, Rey de Francia, quiere reforzar los bordes del reino y ha decidido construir un nuevo castillo en esta villa. Por ahora es un aldea pequeña pero pronto se llena de albañiles, artesanos y comerciantes atraídos por las perspectivas de trabajo. Fue diseñado por el francés William Attia y ganó el Spiel des Jahres en 2006.


Los jugadores toman los papeles de constructores. El objetivo del juego es conseguir ser el constructor mas prestigioso de la ciudad. Esto puede conseguirse de muchas maneras y ahí radica la estrategia: gestionar los limitados recursos y hacer el mejor uso de ellos para conseguir puntos de prestigio. Para aumentar el prestigio se puede ayudar a construir partes del castillo, mejorar las infraestructuras de la ciudad, conseguir favores reales, etc. El juego termina cuando el castillo se concluye y gana el que más puntos de prestigio ha conseguido. Cada jugador dispone de 6 trabajadores que va colocando en diferentes casillas de la villa de Caylus.

Los turnos se dividen en dos fases, la fase de colocación de trabajadores, y la fase de resolución de acciones.

Colocación de trabajadores. Los jugadores por turnos, colocan un trabajador en las diferentes áreas del tablero, pagando por ello. Cuando un jugador no puede o no quiere poner más trabajadores, pasa y automáticamente incrementa el precio de colocación de trabajadores para los demás jugadores. El primero en pasar será el primer jugador en el siguiente turno.


El tablero ilustra el castillo en construcción; un camino sale de él y en zig-zag recorre todo el tablero. A lo largo de ése camino se colocan los edificios que permiten realizar acciones. Hay tres áreas donde colocar trabajadores. En el área del castillo; en el área de los edificios "especiales" antes del puente, hay edificios que permiten diferentes acciones como recaudar dinero, comprar favores reales o alterar el orden de turno. En el área de edificios "normales" se colocan los demás edificios, tanto los iniciales (que se colocan al azar en las primeras casillas) como los que se vayan construyendo durante la partida. Los edificios permiten recoger  o comprar  o vender recursos (carne, tela, piedra, madera u oro), construir otros edificios, conseguir puntos de prestigio o dinero...

Edificios: Iniciales (rosa), Madera (naranja), piedra (gris), Residencias (verde) y Monumentos (azul).

Hay cinco grandes grupos de edificios: los iniciales; los de madera (para construirlos hay que tener un trabajador en el carpintero); los de piedra (hay que usar el albañil); las residencias (usar el abogado) y finalmente los monumentos (usar el arquitecto). A medida que se van construyendo edificios se van haciendo disponibles otros.

Resolución de acciones. Se resuelven las acciones siempre en orden siguiendo el camino. Es muy importante mencionar la figura del alguacil  y el alcalde del pueblo. El alcalde cada turno avanza, y marca el final de la partida; la posición del alguacil indica que todos los edificios que estén detrás de él están activos, y los que estén por delante están inactivos en ese turno. En esta fase hay un momento en que los jugadores pueden "sobornar" al alguacil para que avance o retroceda, pudiendo dejar a otros jugadores sin poder realizar la acción deseada. Al final de esta fase los jugadores que se hayan colocado en el castillo pueden construir partes de él, siempre por orden: mazmorras, murallas y torres.

El Castillo de Caylus.

Se consiguen puntos de prestigio por construir partes del castillo, construir edificios o cuando otros jugadores usan edificios construidos por ti. También existen los favores reales, que se consiguen de diferentes maneras y te otorgan puntos, dinero, recursos o acciones extra.

Componentes del Caylus

El grafismo del tablero y los edificios no es muy bonito, aunque esto lo han solucionado con la edición deluxe (mucho más cara) con otras ilustraciones. Los componentes de madera son correctos, aunque sencillos. Es uno de los juegos más "duros" de nuestra ludoteca, exige gran concentración y mucha planificación a 1 o 2 turnos vista. Aunque las reglas parecen difíciles de entender, se le pilla el truco muy rápido y la mecánica está diseñada de tal manera que todo encaja a la perfección. No existe azar y muchas veces la estrategia suele pasar por "jorobar" a los demás más que hacer buenas jugadas, lo que puede crear ambientes tensos. Aún así es uno de mis juegos favoritos por su profundidad. Es para 2 a 5 jugadores y las partidas suelen durar 90-120 minutos.


Conclusión. Heavy metal, chavales. No recomendados para novatos, éste es un juego que quizá no vea mesa muy a menudo, pero cuando lo hace cumple todas las espectativas. Mucha estrategia y planificación, y sobretodo ver lo que están haciendo los demás y bloquearlos. Que no os asuste, es un juego que merece la pena probar si os va la marcha!

2 comentarios:

  1. Corroboro que és un menja-hores absorbent, però també que realment val la pena de fer-hi unes partides! :)

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  2. I tant! et pots passar una tarda amb només una partida. En un futur parlaré d'algún altre menja-hores èpic...

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