lunes, 24 de enero de 2011

Ales (III): Bélgica y Holanda


Estoy seguro que echabais de menos una nueva entrega sobre ese líquido elemento, ambrosía para el paladar exigente. Pues estad tranquilos que ya hemos vuelto, y esta vez con uno de los capítulos que más me gustan personalmente. Hoy tocaremos las Ales que se elaboran en Bélgica y Holanda.

En Bélgica se produce Cerveza desde la Edad Media, se cree que empezó a elaborarse en los monasterios, pero no hay documentos que lo certifiquen. Hoy en día, siendo Bélgica más de 16 veces más pequeña que España,  tiene aproximadamente 125 elaboradoras de cerveza. Existen las cervezas de monasterio, las de abadía y las de elaboradores seglares.

En general podemos decir que se consideran Ales de mediana o alta graduación alcohólica, en las que la fermentación suele continuar una vez embotelladas. Por eso tienen mucha espuma, es usual que al destaparlas rebosen por la cantidad de carbónico que se produce; de hecho las botellas tienen una forma característica y son de vidrio más grueso. En función del tiempo de fermentación y de su graduación alcohólica suelen denominarse Enkel (alrededor de 6% Alc.), Dubbel (6-8% Alc.), Trippel (8-10% Alc.) y Quadrupel (más de 10% Alc.). Estos nombres se originaron en el monasterio trapense de Westmalle, después se fueron expandiendo a otros monasterios y se generalizaron.

Cervezas de Monasterio

Sello original de cerveza trapense
Las cervezas de monasterio son tradicionalmente elaboradas en monasterios Trapenses. Ésta orden tiene su origen en el monasterio cisterciense de La Trappe, en Francia. Tras la Revolución Francesa, muchos monjes huyeron a Bélgica y Holanda donde se establecieron congregaciones. Los primeros documentos de elaboración de cerveza en esos monasterios datan de 1836 en la abadía de Westmalle. En la actualidad, para que una cerveza se considere de monasterio, la planta de elaboración tiene que estar en sus terrenos, los monjes tiene que participar en la elaboración, y los beneficios tienen que estar destinados a la comunidad u obras sociales externas. Si se cumplen todos los requisitos, en la etiqueta de la botella aparece el sello distintivo hexagonal.

Chimay, Orval, Rochefort, Westmalle, Westvleteren, Achel (Bélgica) y La Trappe (Holanda)

Solo hay siete elaboradoras que son genuinamente trapenses; seis Belgas y una Holandesa, cada una con sus propias variedades y características.  En ellas hay algunas de las cervezas mejor consideradas del mundo, como la Rochefort y la Westvleteren. Ésta última se produce en muy pocas cantidades en una pequeña abadía y para poder comprarla hay que ir en persona y "prometer" que es para consumo propio y no la vas a revender. Otro ejemplo peculiar sería la Orval, con su elaboración usando cepas locales de levadura tiene un aroma muy distintivo con toques lácticos. Es de las cervezas que o las amas o las odias; yo la he probado y personalmente no me hace mucha gracia, huele a pies. En cambio algunas otras son realmente deliciosas.


Cervezas de Abadía

Sello original de cerveza de abadía
Poco después de la II Guerra Mundial, con el auge de las cervezas trapenses, las elaboradoras seglares empezaron a producir cerveza con nombres de abadía. Por eso las elaboradoras genuinamente trapenses se unieron y crearon el sello de garantía. En respuesta a eso, las seglares crearon el sello de "cerveza de abadía". Básicamente la planta no tiene que estar dentro, pero tiene que tomar el nombre de una abadía (ya sea existente, en ruinas o documentada) y donar parte de los beneficios a alguna obra social. Esto no es más que un truco de márqueting. Sin ir más lejos, la cervecería Afflingem es una subsidiaria de Heineken.

Cervezas de abadía: Grimbergen, St. Bernardinus (auténticas), Afflingem, Leffe (cuestionables)

Otras variedades

A parte de estos dos grandes grupos, también existen cerveceras sin asociación eclesiástica de muy buena calidad. Hay muchísimas variedades, como las Blond (Ales de alta graduación) como la Duvel o la Judas. En una clasificación a parte tenemos las Flanders red ale, como la Duchesse de Bourgogne, maceradas en barricas de roble donde previamente había macerado vino, es aromática, afrutada y dulzona.

Hoegaarden y Witte (Wit); Duvel y Judas (seglares); Duchesse de Bourgogne (Flanders red ale)

Finalmente no podíamos dejar de hablar de las Wit (en holandés, blanco), las cervezas de trigo. Las denominan blancas porque tienen un tono dorado lechoso.

Para acabar, solo quiero recomendaros que si queréis probar estas cervezas, no está demasiado difícil. Hay muchas cervezas belgas que se importan y se pueden encontrar en muchos supermercados, como la Grimbergen, la Leffe, la Chimay, la Hoegaarden. Además, si vivís en o cerca de Barcelona, hay varias tiendas especializadas que ofrecen gran variedad. Hoy os voy a recomendar la Maison Belge, en el barrio de Gràcia.

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