jueves, 13 de enero de 2011

Biutiful Barcelona, o no tanto.


Biutiful es la nueva película de Alejandro González Iñárritu, protagonizada por Javier Bardem, en quien indiscutiblemente cae todo el peso interpretativo del film (fue premiado en el festival de Cannes). Bardem encarna a Uxbal, un personaje marginal con ciertos dotes extrasensoriales que se gana la vida como puede: trapicheando con un taller clandestino de bolsos, usando su don para hablar con recién fallecidos, etc. Tiene dos hijos y una mujer con problemas mentales. Todo su mundo empieza a tambalearse cuando descubre que está enfermo, lo que lo impulsa a hacer todo lo posible para garantizar el bienestar de sus hijos cuando muera.



Es un drama que desde el principio de la cinta cae en picado en una espiral de infortunios y despropósitos, que hunden a los personajes, una historia muy cruda ambientada en los barrios más marginales de Barcelona y Badalona. El trabajo de los actores es impecable: desde Bardem con una capacidad inmejorable de transmitir emociones, pasando por los hijos del protagonista, su mujer (interpretada por la actriz argentina Maricel Álvarez) y su hermano (Eduard Fernández).

Iñarritu presenta una Barcelona sucia, decadente y oscura, llena de indigentes, traficantes y corrupción. Se ha filmado principalmente en los barrios más degradados de Badalona y Sant Andreu, aunque puntualmente hay escenas en el centro de la ciudad. En este sentido contrasta mucho con la película-panfleto turístico que realizó Woody Allen en 2008 en la que también aparecía Bardem. Mientras Woody presenta la Barcelona Gaudiniana, turística, "high class" y pija, Iñárritu nos enseña los bajos fondos, donde los estratos menos favorecidos luchan por la supervivencia del día a día.


Ésta película es la primera que Iñárritu ha realizado sin la colaboración de Guillermo Arriaga en el guión. Mientras que Amores Perros, 21 Gramos y Babel cuentan historias más fragmentadas, la historia de Biutiful tiene un "tronco" bastante lineal con pocas historias paralelas, supongo que para darle mas carga interpretativa y cuota de pantalla a Bardem. 

En conclusión, es una película dura, triste pero que se disfruta; con muy buenas interpretaciones y que seguro se va a llevar más premios. La considero mejor que Babel pero no llega a las que considero las mejores del director: Amores Perros y 21 Gramos.

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