martes, 4 de enero de 2011

Stone Age: a trabajar!


Después de el paréntesis navideño, retomamos el blog con energía y con ganas de seguir hablando de juegos de mesa. En este caso os introduciré por primera vez a los juegos con la mecánica que a mi más me gusta, el worker placement o colocación de trabajadores. La mecánica general consiste en que cada jugador tiene una serie de piezas o "trabajadores" que va colocando en determinadas casillas de acción en el tablero para realizarlas. Estas acciones, dependiendo del juego, pueden consistir en conseguir recursos, construir edificios, conseguir bonus...

Hasta el momento en nuestra ludoteca hay cuatro juegos con esta mecánica. Hoy os hablaré del Stone Age, que es el más sencillo, introduce ciertas dosis de azar y tiene una temática muy divertida. El juego fue diseñado por Michael Tummelhofer (otro alemán) y fue nominado al Spiel des Jahres en 2008.

Tu tribu

En este juego, cada jugador tiene una tribu de hombres primitivos (al principio son 5 pero a lo largo del juego puede aumentar) y un tablero personal para su tribu. Con ellos tiene que desarrollar su cultura, desarrollar su aldea y alimentarlos a todos. Cada jugador, por turnos, coloca uno o varios trabajadores en diversas áreas del tablero central, distribuidas en tres tipos:

Bosque (madera) y río (oro)

Recolección de recursos: campos de caza (comida), bosque (madera), colinas (ladrillo),  montañas (piedra) y río (oro). Se pueden colocar varios trabajadores en cada área (con límite de 7) y dependiendo del número de jugadores, 2 o más tribus pueden compartir la misma área. Se tiran tantos dados como trabajadores tenga el jugador en el área y el resultado se divide por el coste del producto, siendo el más barato la comida y el más caro el oro. Así, a igual número de trabajadores, potencialmente hay más posibilidades de coger más madera que piedra, por ejemplo.

La aldea: sembradíos (campos de trigo), taller (herramientas) y choza (nuevos trabajadores). Como hay que alimentar la tribu, los campos de trigo son importantes porque son fuente de comida permanente. El taller proporciona herramientas que permiten aumentar el número de las tiradas de dados de la recolección. En la aldea solo se puede poner un trabajador en cada área excepto la choza, en la que un jugador puede poner 2 trabajadores para que se reproduzcan y tengan un hijo que podrá trabajar al siguiente turno (en esos tiempos la explotación infantil ya estaba de moda).

Cartas de civilización

Construcción/compra: edificios y cartas de civilizacion. Hay varias pilas de edificios, cada uno con diferente coste en recursos (p. ej. madera, piedra y oro, o 5 recursos de dos tipos diferentes...) que proporcionan diferentes cantidades de puntos de victoria. También, a diferentes costes (de 1 a 4 recursos a elección) hay cartas de civilización que cumplen doble función. Proporcionan un beneficio inmediato (recursos, comida, puntos de victoria, herramientas...) y un beneficio al final de la partida (desarrollo cultural y multiplicadores). Cuantas más cartas de desarrollo cultural, más puntos tendrás al final de la partida. Así mismo, los multiplicadores proporcionan puntos por diferentes aspectos de tu tribu (número de trabajadores, número de herramientas, número de edificios y número de campos de trigo).

Tablero central
Cada turno se van realizando las acciones y retirando los trabajadores, al final del turno hay que alimentar la tribu, y volvemos a empezar. La partida termina cuando se acaba una pila de edificios o se acaban las cartas de desarrollo. En este punto se cuentan los puntos de victoria por cultura y multiplicadores y se hace balance total.

Soy riiiicooooo!!

Los componentes están muy cuidados, buenas ilustraciones en los tableros, piezas de madera con forma de hombrecito y los recursos tienen sus formas también: listones de madera, ladrillos, piedras y lingotes de oro. Esto es una de las cosas que más me gusta del juego.

Stone Age es un juego muy fácil de enseñar y aprender. Tiene buen equilibrio entre estrategia y azar. El secreto está en planear tus acciones un turno por adelantado, evitar que te bloqueen las áreas que te interesan para tu estrategia y no fiarse de los puntos que se van obteniendo durante la partida, porque con el punteo final las cosas suelen cambiar mucho. Creo que es el juego idóneo como introducción a los juegos de worker placement y ocupa un lugar eminente en nuestra ludoteca. Les ha encantado a todos a los que se lo hemos mostrado. La única pega que le veo es que admite un máximo de 4 jugadores, por lo que cuando el grupo excede de éste número ya no se puede jugar. En cambio funciona fenomenal también con 2 jugadores (cosa que no pasa con otros como el Catán). Las partidas suelen durar entre 60 y 90 minutos.

En resumen, muy buena nota para un juego ligero de gran rejugabilidad para los que quieran conocer la mecánica de colocación de trabajadores. Tiene su buena dosis de estrategia, sin ser de los juegos más sesudos.

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