jueves, 25 de noviembre de 2010

Carcassonne, o ¡quita ese meeple de ahí!


Hoy os hablaré de otro juego de nuestra ludoteca. Se trata de Carcassonne, el juego diseñado por Klaus-Jürgen Wrede publicado originalmente en alemán en el 2000 y que ganó el Spiel des Jahres en 2001.


Es un juego basado en la colocación de baldosas de terreno que representan un paisaje medieval, con ciudades fortificadas, caminos y monasterios. Los jugadores por turnos sacan baldosas al azar y las tienen que ir colocando en el tablero para que forme continuidad con el paisaje ya creado. Además pueden también colocar en esa baldosa uno de sus 7 "seguidores" o en este juego meeples. Pueden colocar los meeples en cuatro ubicaciones diferentes. Si lo colocan en un camino, se convierte en bandolero, si lo coloca en una ciudad se convierte en caballero, si lo coloca en un monasterio se convierte en monje y si lo coloca en las regiones de hierba, son granjeros. Cuando se coloca un meeple, el jugador reclama la propiedad de esa construcción y gana puntos por ello.


Hay que tener en cuenta que no se puede colocar un meeple en una estructura que haya sido reclamada por otro meeple (tanto si es suyo como de otro jugador), pero con estrategia un jugador puede "colarse" en estructuras de otro y robarle puntos. Por ejemplo el jugador Verde tiene un camino y el Amarillo quiere colarse, lo único que tiene que hacer es colocarse en un camino separado no reclamado y posteriormente unir los dos caminos con la baldosa adecuada. Ésto también sucede con las ciudades y las granjas.


La estrategia del juego se basa en saber colocar los seguidores sacando el mayor partido, robar puntos a los otros jugadores y tener siempre presente que algunos meeples se pueden recuperar del tablero (p.ej. cuando se cierra una ciudad) pero otros se dejan hasta el final de la partida (p.ej. granjeros). ¡Puede ser muy peligroso quedarse sin meeples para colocar a mitad de la partida! ¡Y la baldosa que necesitas desesperadamente siempre la saca otro jugador! La partida finaliza cuando se pone la última baldosa, en ese momento se recuentan los puntos y gana el que más tenga.

El juego, con su mecánica sencilla, tiene un componente estratégico importante y la malicia de algunos jugadores puede crear algún que otro conflicto. Como el "Colonos de Catán" del que ya hablé en otro post, es un juego ligero que promueve la interacción entre los jugadores y otra buena opción para entrar en el mundo de los juegos de mesa.

Carcassonne es para 2 a 5 jugadores. En éxito del juego ha propiciado que aparezcan un montón de expansiones, una para jugar 6 jugadores y todas añaden elementos al juego y nuevas baldosas. Hasta hay expansiones con torres, dragones, princesas y catapultas. La partida dura entre 60 y 90 minutos, dependiendo de la pericia y la mala baba de los jugadores. Como se va creando el paisaje al azar, las partidas nunca son iguales, y eso le da gran rejugabilidad.

En conclusión, yo lo recomendaría a aquellos que quieren conocer el mundillo. Es un buen juego para toda la familia pero sigue siendo lo suficientemente estratégico como para hacerle salir humo de las orejas al más experimentado.

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